Autores creen que el cómic latino está en buena época

Incremento del número de las publicaciones, surgimiento de nuevos autores y experimentación en los géneros son características que los autores de cómics detectan como indicadores de la bonanza de la historieta.

“En los últimos 10 años la ‘industria’ de la historieta latinoamericana pasó de casi nada a muchísimo. Es el mercado de cómics  que más creció en el mundo. Han surgido varios autores latinoamericanos que trabajan en muchas temáticas. Estamos atravesando una buena etapa”, expresa el productor y distribuidor argentino Andrés Accorsi.

Para la ilustradora argentina Pupi Herrera, el género en el continente se “encuentra despertando” de un sopor que duró varios años, criterio compartido por su compatriota Salvador Sanz, quien ve como una de las causas de esto a la creación de novelas gráficas, las cuales permiten, en su criterio, llegar a un público mayor.

Otro síntoma de la buena salud que gozan las historietas es la realización de eventos como el Festival Viñetas con Altura, que el brasileño Rafael Grampá describe como “un Cómic - Con (el mayor evento de este tipo de EEUU) en pequeñito”. Es en estos encuentros en los que los artistas, guionistas y distribuidores entran en contacto con el trabajo que se realiza en los países vecinos.

“Es este espíritu de reunión lo que nos permite conocer cómo están nuestros colegas, en qué trabajan y cuál es la dirección en la que van las publicaciones de otros países. Quedé gratamente sorprendido por la calidad del trabajo que he visto estos días”, comentó Laerte, uno de los pioneros de la historieta en Brasil.

Los artistas intercambian opiniones, comparte experiencias y, sobre todo, venden y compran nuevo material al que normalmente no tienen acceso.

El guionista uruguayo Rodolfo Santullo reconoció que los festivales de cómic tienen un elemento netamente comercial. Uno de los principales objetivos para los autores es el de “vender la mayor cantidad posible de trabajos” o, en el caso de editores y distribuidores como Accorsi, entablar posibles relaciones de negocios.

“Yo trabajo con al menos 20 sellos de Argentina y uno de Perú, Paraguay y Uruguay. En estos encuentros es donde se establecen contactos y se puede ver material nuevo que puede interesar al consumidor de mi país”, declaró.

Asimismo, pueden ver los problemas que enfrentan sus colegas y ofrecer sugerencias sobre cómo resolver esa problemática, que normalmente es la falta de un sistema editorial y contacto con los medios masivos del país.

Este es el caso de Bolivia. Autores nacionales como Joaquín Cuevas y Marco Tóxico reconocieron la falta de una estructura editorial que facilite la difusión de la obra que se produce aquí.

De modo similar, Accorsi comentó que no ve que exista, más allá de la sátira política, una presencia fuerte de la producción local en los medios, cosa que ocurre también en Uruguay y Perú. “La cultura de la historieta en Argentina se formó gracias a los medios masivos, que le han dedicado espacio”, agregó.

Igualmente, los aristas detectan un ausencia de “buenos” guionistas. Marco Tóxico explicó que en Bolivia la calidad en el dibujo es “excelente”, pero que no todos los autores pueden estructurar una buena historia, por lo que estas suelen variar mucho.

El ilustrador Matías Bergara, que trabaja regularmente con Santullo, asegura que es un problema latinoamericano. “Hay muy pocos escritores buenos y  menos aún los que estén dispuestos a trabajar con un ilustrador. Por eso hay muchos autores completos”.

Pese a estas dificultades, autores como Sanz, Berliac y Grampá han logrado darse a conocer en los grandes mercados de EEUU y Europa. De hecho, Grampá ganó el premio Eisner, equivalente al Óscar en los cómics, con Mesmo Delivery, que actualmente reedita para la editorial Dark Horse.

Así, el cómic latinoamericano está llegando a una cima que antes le parecía muy alta.
Una pareja poco común del cómic
La modalidad de trabajo en equipo es poco común en Latinoamérica. Sin embargo, Rodolfo Santullo y Matías Bergara aseguran que, cuando el equipo logra entenderse en sus objetivos, puede producir obras de mucho éxito, con el equilibrio exacto.// La-razón.com

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