Valoración de Twitter genera estupor y miedo a una nueva burbuja tecnológica

Foogle y Facebook quieren comprar Twitter La valoración de Twitter en más de 8.000 millones de dólares generó cierto estupor en la red y puso de manifiesto el "boom" que viven las redes sociales, que hace temer la gestación de una nueva micro-burbuja tecnológica.

"Con todos mis respetos, Twitter no vale 8.000 millones", sentenciaba en su cuenta de la red social Aleksey Osintseve, analista de la firma Techonology Evaluation Centers (TEC), sobre una plataforma que ni siquiera ha cumplido sus cinco años de vida y por la que ya se pelean grandes empresas e inversores.

Como ése, los comentarios sobre lo desorbitada valoración de Twitter se agolpaban incluso en esa misma plataforma, donde más de 175 millones de usuarios comparten comentarios de no más de 140 caracteres y escriben al día una media de 95 millones de "tweets".

"Si valoras Twitter en $8B (8.000 millones de dólares) es que no eres muy bueno en matemáticas", apuntaba Kyle Flaherty, empleado de una firma de seguridad informática sobre la información difundida por The Wall Street Journal que apunta que esa es la cifra mínima que barajan Facebook, Google y otras empresas interesadas en comprarla.

Sin embargo, ese mismo diario aseguraba que los responsables de Twitter no quieren vender y aspiran a hacer crecer el valor de la marca hasta los 100.000 millones de dólares.

Por el momento, la firma de capital riesgo Andreessen Horowitz (inversora también en Skype, Facebook, Zynga, Groupon y Foursquare), confirmó que ha comprado 80 millones de dólares en capital de Twitter en los mercados secundarios.

Esta inyección se suma a otra de 200 millones recabada en una ronda de financiación en la que en diciembre se valoró a la red del pajarito azul en 3.700 millones de dólares, lo que quiere decir que en dos meses se ha más que duplicado su supuesto valor.

Este ritmo sorprende especialmente si se tiene en cuenta que Twitter aún no ha sido capaz de generar beneficios significativos, ya que su uso es gratuito y apenas explota la publicidad, de forma que en 2010 sus ingresos fueron 45 millones de dólares (según cálculos de eMarketer) y se dedicaron a pagar gastos e invertir en aumentar plantilla y recursos.

Sin embargo, lo desorbitado de la cifra está en línea con valoraciones realizadas sobre otras redes sociales de rápido crecimiento que no cotizan en bolsa y tampoco superan los 500 accionistas, por lo que no tienen que hacer públicas sus cuentas.

El gran ejemplo de esta situación es Facebook, que en enero recaudó mil millones de dólares a través de Goldman Sachs (que aportó otros 500 millones junto a Sky Technologies) en una ronda de financiación que valoró a esta red social en 50.000 millones de dólares, lo que la coloca entre las más valiosas de Silicon Valley y quintuplica el valor que se le dio hace apenas un año y medio.

Además, la web Groupon acaba de anunciar que prepara su estreno bursátil tras rechazar una oferta de compra de Google por 6.000 millones de dólares y el lunes AOL acordó pagar por Huffington Post diez veces más de lo que ingresa al año ese diario digital.

Reguladores y analistas temen que las redes sociales estén atrayendo excesiva atención de medios y potenciales inversores, pese a que aún generan pocos ingresos y en muchos casos no son rentables.

Este contexto recuerda en demasía a la burbuja tecnológica que se vivió hace una década con el que entonces era el nuevo sector de internet y la llamada "nueva economía".

La gran disposición de los fondos de capital riesgo a invertir en las "punto.com" propició que su valor se disparara en bolsa y que el índice del mercado Nasdaq llegara a superar los 5.000 puntos a principios de 2000 para luego caer hasta menos de 1.200 en octubre de 2002. Ahora ronda los 2.780 puntos.

Con ese recuerdo en el retrovisor, ahora se multiplican los rumores de que Facebook, Twitter y otras webs que se podrían englobar en el subsector de las redes sociales virtuales ultiman los preparativos para salir a Bolsa (LinkedIn lo ha confirmado).

"El reto es conseguir anunciantes para que esto pase de experimento a compromiso", aseguraba otra analista que debatía en Twitter con otros compañeros de profesión sobre el riesgo de que se esté gestando una "micro-burbuja" tecnológica.

"La demanda reprimida y el dinero en efectivo están creando otro mercado de espuma", añadía en otro ׳tweet׳ un reconocido analista de Misisipi, mientras que el bloguero del New York Times Nick Bilton resumía: "Facebook vale 50.000 millones + Groupon vale 15.000 millones + Twitter vale 10.000 millones = Burbuja Gigante 2.0".

Jornada

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