Para Ahmadinejad, los internautas iraníes son todos cibercriminales

(Atipiri / infobae.com).- Denuncian que el régimen de Teherán dispone de una ley que le permite catalogar y perseguir como delincuente a casi cualquier usuario de la red.

El sitio Global Voices, una red internacional que defiende a los blogs y medios web ciudadanos de todo el mundo, publica, con la firma del periodista y bloguero iraní, Hamid Tehrani, un análisis de los contenidos de la llamada "ley sobre la cíbercriminalidad".

La norma, que tiene 56 artículos y rige desde enero de 2009, fue de gran utilidad para el régimen para perseguir y condenar a varios activistas internáuticos y a bloggeros.

Contiene cláusulas arbitrarias y artículos lo suficientemente ambiguos como para habilitar la condena a un amplio espectro de usos de la red y de contenidos en línea.

Como categorías de "contenido criminal", la ley incluye los siguientes rubros:

* contenido inmoral

* contenido antiislámico

* contenido que atente contra la seguridad o el orden público

* contenido criminal en relación con la propiedad intelectual y las cuestiones audiovisuales

* contenido que aliente, invite o incite a otras personas a cometer actos criminales

* contenido contrario a las instituciones públicas y sus responsabilidades

* contenido utilizado para cometer otros cíbercrímenes

Como se ve, el concepto de "criminalidad" que aplican los ayatolás es muy amplio. Cualquier comentario, insulto o, incluso, broma que tenga como destinatarios a las instituciones públicas y a los funcionarios puede ser considerado delito.

Una crítica a los dirigentes del régimen o a sus líderes religiosos podrá ser vista como un crimen. Pero también lo será una queja o una ironía sobre el funcionamiento de los servicios públicos, por ejemplo, afirma el autor del informe, ya que estos están incluidos en la definición de "responsabilidades" del Estado.

Como todo régimen autoritario, también el de Teherán pretende, de este modo, ahogar las críticas antes de que nazcan y se difundan. Y como buen absolutismo que se precie de tal, no tolera ni el humor.

Después de las masivas protestas contra el fraude electoral que habilitó la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad, el régimen, en su paranoia, llegó hasta a denunciar un complot en su contra, orquestado por Facebook y otros sitios web.

"Esta ley, dice el autor de la nota, no es sólo tinta sobre papel; ha sido utilizada varias veces en estos últimos años para perseguir a bloggeros y cíberactivistas". Tehrani cita los casos del bloggero Omid Reza Mir Sayafi, encarcelado por insultos a dirigentes religiosos y muerto en prisión en 2009, y del llamado "padre del blog iraní", Hossein Derakhshan, condenado recientemente a 19 años de prisión por haber "cooperado con países hostiles, difundido propaganda e insultado a personalidades religiosas".

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